Maíz

Originaria de América, el cultivo del maíz (Zea mays) se ha desarrollado rápidamente y está muy extendido en la actualidad, pues para su perfecto desarrollo solo necesita de tierras que cuenten con un buen número de horas de sol y agua en abundancia. En condiciones óptimas puede alcanzar hasta los seis metros. Esta altura la consigue gracias a un tallo macizo y sin ramificaciones del que salen las hojas, que son bastante anchas y ásperas al tacto, aunque destacan por su longitud, que puede llegar a ser de más de un metro. Gracias a su gran difusión y propagación por todo el mundo, se han creado numerosas variedades, que suman hasta más de trescientas y que se diferencian entre sí por el tamaño de la propia mazorca.

Propiedades

El grano de maíz contiene glúcidos o hidratos de carbono (70-77%), proteínas (7¿%-10%) y grasas (3%-5%), además de minerales y oligoelementos (sobre todo, flúor). Su proteína es más completa de lo que se pensaba, aunque algo inferior a la del trigo y bastante menos completa que la de la soja.

Diuréticas: Las barbas o "cabellera" pueden resultar muy útiles cuando se requiera activar la secreción urinaria, como por ejemplo en los estados febriles, inflamaciones de la vejiga, enfermedades cardíacas, albuminuria y gota. Además, la infusión de estos filamentos estilares es inocua, y puede consumirse cuantas veces se quiera, excepto en casos de inflamación de la próstata, en que no se recomienda.

Emoliente y protector de la mucosa intestinal: el maíz y su harina, gracias a su total carencia de gluten, resultan de gran utilidad para quienes padecen celiaquía, y en general, para los niños que sufren mala absorción intestinal o diarreas crónicas.

Frenador del metabolismo: el maíz ralentiza la actividad de la glándula tiroides, y por lo tanto frena el metabolismo. Se recomienda a los hipertiroideos y a los convalecientes, anémicos y desnutridos, como reconstituyente. Es útil en las dietas de engorde.

Reducción del colesterol: el aceite que se extrae del germen de maíz es muy rico en ácidos grasos insaturados, por lo que conviene a quienes tienen exceso de colesterol en la sangre.

Afecciones circulatorias: edemas (retención de líquidos), piernas hinchadas (incluso en el embarazo), afecciones cardíacas, hipertensión arterial, exceso de sal en la dieta.

Gota (exceso de ácido úrico), artritismo, edemas subpalpebrales (bolsas debajo de los ojos), y siempre que se quiera eliminar el exceso de toxinas acumuladas en la sangre, por ejemplo, después de haber pasado una gripe.

Otras propiedades medicinales del maíz

Como adelgazantes: Se utiliza también en productos adelgazantes. Se administra en forma de infusión a razón de 5 g de producto seco por cada taza de agua, tomando una taza en días alternos. La semilla de maíz se utiliza para la preparación del aceite de maíz muy rico en vitamina E y también para la elaboración de productos contra la paradentosis.

Alergias: Las semillas trituradas constituyen la harina de maíz que se utiliza en las personas con alergia al gluten de trigo.

Como diurético: En un litro de agua hirviendo se arrojan 28 gramos de barbas de la mazorca, para preparar una infusión. Se filtra al enfriar y se toma como agua natural. Cura la cistitis, disuelve cálculos en la vejiga y riñones.

Para la digestión: Se utiliza la harina del grano, se disuelve en agua y cocina hasta formar una pasta suave y se toma. Además es muy nutritiva.

Como antidiarreico: Molerlo y usar como atol. Emoliente y protector de la mucosa intestinal: el maíz y su harina, gracias a su total carencia de gluten, resultan de gran utilidad para quienes padecen celiaquía, y en general, para los niños que sufren mala absorción intestinal o diarreas crónicas.

Para las hemorroides: La harina de maíz ligada con malva

Para dolores (Gotas): Hacer un emplasto con la harina y colocarlo en el sitio del dolor, preferiblemente a temperatura ambiente.

Para el maldiojo: Se usa la barba del maíz negro como infusión.

Muchachos Babosos: Se usa un collar de granos de maíz negro.

Para picadas de culebra: Siete granos de maíz negro molido en infusión para beberla, machacaban los granos hacían la cataplasma y lo aplicaban en la mordida.

Administración:

Decocción. 50 gramos en un litro de agua, hervir durante 10 minutos, y tomar hasta cinco tazas al día. .- Extracto fluido. Una cucharadita tres veces al día. .- Jarabe. Preparado al 10 %, hasta cuatro cucharadas soperas al día.

Floración:

Florece en verano y otoño, con la particularidad de tener separadas las flores masculinas de las femeninas; las masculinas son de color verde, con forma de espiga alargada, de donde sale el polen que fecundará las flores del otro sexo. Las femeninas, por el contrario, salen de las axilas de las hojas, envueltas en grandes brácteas por las que asoman los estilos, que dan lugar a lo que popularmente se llaman la barbas del maíz. Una vez hecha la fecundación, se obtienen los frutos globulosos, brillantes y generalmente de color amarillo, que constituyen la parte que habitualmente se emplea en la alimentación. Tras su posterior molienda y desengrasado, se obtiene la harina de maíz, más conocida por su nombre comercial; hace no muchos años constituía el principal alimento de los niños pequeños, ya que su carencia de gluten lo hacía idóneo para estas edades, si bien un empleo continuado y una alimentación basada exclusivamente en este tipo de harinas pueden producir enfermedades de tipo carencial. La recolección de los estilos parte que se emplea en medicina-se debe realizar cuando éstos se empiecen a formar y sean visibles; aunque con esta operación se perderá la mazorca, ya que de esta forma se impide su fecundación , que se produce necesariamente a través del estilo. Se deben secar rápidamente a la sombra y guardarse en frascos oscuros al abrigo de la humedad.

Usos Comunes:

Diurético, hipotensor, astringente.