Plantas Tóxicas

Son plantas que contienen sustancias que, al penetrar en el organismo provocan reacciones nocivas que causan lesiones o la muerte. Es muy posible que exista hasta un 1% de especies de plantas venenosas aunque aún no se haya reconocido esa condición en todas ellas..

Toloache, datura

Datura satramonium

Las plantas peligrosas gozan de amplia distribución en bosques (hierba de San Cristóbal o actea), en los campos (leche de gallina), en los pantanos (eléboros como el vedegambre y la rosa de navidad), y en las regiones secas (ciertos chaparros o encinos), en los bordes de los caminos (celastráceas) y parques (kalmia), y crecen tanto silvestres (celidonia o celedonia, celidueña, hierba de la golondrina) como cultivadas (glicina o wistaria).

Muchas plantas ornamentales comunes, como la adelfa o balandre, laurel rosa, blanco o colorado, la convalaria (muguete, lirio de los valles o hierba de San Juan) o el muérdago, son venenosas. Los botánicos no han fijado normas que permitan determinar con exactitud si una planta concreta es venenosa. Las especies tóxicas están dispersas, en cuanto a sus hábitats y a sus relaciones botánicas. Contienen más de veinte en especial tóxicos, en especial alcaloides, glucósidos, saponinas, resinoides, oxalatos, compuestos fotosensibilizadores y ciertos minerales, como selenio o nitratos, que toman del suelo y van acumulando. Los compuestos venenosos pueden estar distribuidos por todas las partes de la planta (cicuta) o acumularse más en unos lugares que en otros, como la raíz (tsuga), las bayas (daphne) o las hojas (laurel de montaña). La toxicidad de una planta puede variar con la edad; por lo general, la nocividad aumenta con la madurez, sin embargo, algunas especies muy tóxicas en sus fases juveniles se transforman luego en inocuas (cadillo).

Ciertos principios activos provocan irritación de la piel (ortiga), mientras que otros desencadenan una reacción alérgica (hiedra venenosa). Pero casi todos los venenos deben penetrar en el organismo para actuar y, en la mayor parte de los casos, esa entrada se produce por ingestión. Por lo general, una persona adulta tendría que comer más de 60 g de la parte venenosa de la planta para intoxicarse (esta cantidad es, en proporción, menor para los niños). No obstante, algunas plantas son tóxicas en cantidades muy inferiores; así, bastan una o dos semillas de ricino (higuera, higuereta, palmacristi, tártago de Venezuela, codo de fraile) para matar a un niño.

Cuando actúa el veneno

Después de la ingestión, el veneno puede actuar inmediatamente sobre el aparato digestivo (diefembaquia, euforbia, ciertas Solanáceas) y provocar dolor abdominal agudo, vómitos e, incluso, hemorragias internas, o bien pasar al torrente sanguíneo. En este caso, primero llega al hígado, que puede resultar lesionado. Los oxalatos cristalizan en el riñón (ruibarbo) y desgarran los túbulos.

Algunas plantas afectan al corazón (adelfa); ingeridas en pequeñas cantidades, algunas de estas toxinas tienen virtudes medicinales (digital o dedalera). Las especies que contienen alcaloides suelen inducir reacciones desagradables o peligrosas en el sistema nervioso. Son ejemplo la parálisis (cicuta), las alucinaciones (estramonio o toloache, hierba del diablo, o chamico) o el paro cardiaco (tejo).

Sólo la dosis hace que una cosa no sea un veneno.Steve JOBS

Algunos tóxicos actúan directamente sobre las células del organismo. El ejemplo más claro es el cianuro, liberado a partir de un glucósido vegetal (laurel cerezo), que impide que las células absorban oxígeno. Por su parte, los nitratos, que ciertas plantas contienen en concentraciones excesivas, se combinan con la hemoglobina de la sangre, que queda incapacitada para transportar oxígeno a las células.

Algunas reacciones son muy específicas; así, el helecho común destruye la médula ósea, donde se forman las células hemáticas; el hipérico o hipericón contiene un veneno que, al ser ingerido por los animales, reacciona con la luz solar y provoca quemaduras y lesiones graves en la piel expuesta. Las plantas venenosas son demasiado numerosas como para pensar en erradicarlas y muchas son muy apreciadas como ornamentales de jardín o de interior.

En caso de sospecha de intoxicación, hay que acudir al médico cuanto antes.

Instruya a sus niños sobre plantas tóxicas, y mejor aún, no las tenga en casa”Ethan Marcotte

Desde la antigüedad, las plantas han sido utilizadas tanto como fuente de alimentación (gracias a sus frutos y algunas hojas), como remedio para enfermedades. Antes del desarrollo tecnológico, el ser humano ha tenido que diferenciar las utilidades de cada una experimentando consigo mismo y poniendo en riesgo su salud y su propia vida, pues la ingesta de algunas plantas puede ser letal para las personas. La vegetación es enigmática y misteriosa.

Las más peligrosas y mortíferas especies pueden estar escondidas tras una bella y delicada flor, y en cambio, algunas de sus partes, pueden ser milagrosamente, el componente clave para sobrevivir. Enseguida le presentamos algunas de las más comunes y conocidas y peligrosas del mundo:

Ageratina altissima

Aunque no es una planta muy conocida, se trata de una de las plantas silvestres venenosas que se hallan en Norteamérica. Esta planta herbácea contiene una toxina llamada tremetol, por lo que el consumo de Ageratina altissima provoca falta de apetito, mal aliento, debilidad, apatía, dolores generalizados pero leves, rigidez muscular, molestias a nivel abdominal, estreñimiento severo, vómitos y, finalmente con el paso de cierto tiempo, el coma y la muerte, si no se trata a tiempo la intoxicación.

Flor de ageratina

Contiene la toxina tremetol, cuando las plantas son consumidas por el ganado, la carne y la leche se contamina con la toxina. Cuando la leche o la carne se consume, el veneno de la toxina, se transmite a los humanos. La intoxicación también se conoce como enfermedad de la leche, ya que a menudo se ingiere la toxina por beber la leche de vacas que habían comido esta planta.  

Belladona (Atropa belladonna)

Este arbusto de hermosas flores es originario de Europa, norte de África, y oeste de Asia. Se trata de una de las plantas venenosas más conocidas, ya que, a lo largo de la historia, desde el antiguo Egipto a la Edad Media, se encargaron de fomentar su uso como potente narcótico.

frutos de belladora

Las toxinas responsable de sus efectos son la atropina y la escopolamina y, en dosis mal administradas, afectan al sistema nervioso paralizando incluso las terminaciones nerviosas de los músculos involuntarios del cuerpo como puede ser el propio corazón o los vasos sanguíneos (lo que puede provocar el coma o la muerte). Dosis bajas pueden provocar delirios y alucinaciones. Dosis altas, de 10 a 20 bayas, son más que suficientes para matar a una persona.

Ricino (Ricinus communis)

Hojas y frutos de ricino

El ricino o la higuera infernal es un arbusto originario de África de tallo grueso y leñoso, cuyas hojas pueden ser de un color rojo o púrpura oscuro (de ahí su apelativo común) y suele estar cubierto de un polvillo blanco, la ricina, que es altamente tóxico.

El contacto con esta sustancia provoca náuseas, calambres abdominales, vómitos, hemorragia interna e insuficiencia renal, terminando a los pocos días con la muerte del afecto. Y es que la ricina interfiere en el metabolismo celular humano; al bloquear el proceso químico que sustenta la vida, las células mueren y los órganos comienzan a fallar poco a poco hasta provocar la muerte. Una dosis letal para un adulto representarían cinco semillas de ricino; para un niño, solo una. El aceite de ricino se extrae de sus semillas.

Acónito común (Aconitum napellus)

También conocida como matalobos o casco del diablo, esta planta herbácea es originaria de zonas montañosas del hemisferio norte del planeta. Se trata de una planta muy venenosa (considerada la más tóxica de Europa) ya que contiene aconitina, uno de los alcaloides más activos y tóxicos que, tras un leve contacto, puede ralentizar el corazón hasta la muerte y apenas 1mg de esta planta es suficiente para matar a un adulto de 80kgs. Los síntomas que se producen tras tocar o ingerir acónito son quemaduras en la boca, salivación, vómito, diarrea, problemas cardiacos, coma y, en algunos casos, la muerte.

Flores de aconito

La aconitina, que es el alcaloide que domina en el acónito, es uno de los tóxicos vegetales más temibles. De las especies Aconitum hay unas 330 en el mundo; la más feroz se encuentra en India, es la Aconitum ferox. En los Pirineos también hay tres, la Aconitum napellus (acónito), la A. anthora (acónito amarillo) y la A. vulparia subsp neapolitanum (luparia). La azul es abundante. Crece entre los 1.500 y los 2.500 metros de altitud, sale en mayo y florece a finales de julio.

Cicuta (Conium maculatum)

Crece en ambientes húmedos y frescos (orillas de los ríos, arroyos y en los bordes de los caminos y campos de cultivo); es nativa de Europa y Norte de África.

Cicuta maculatum

Esta especie invasora que puede llegar a crecer hasta 2 metros de altura, contiene toda ella sustancias tóxicas como la cicutina que inhibe el funcionamiento del sistema nervioso central produciendo el llamado “cicutismo” (cianosis, midriasis, convulsiones y coma) que comienza con vértigo, cefaleas, descenso de la temperatura corporal y reducción de la fuerza muscular acabando en parálisis. Para matar a un ser humano únicamente son necesarios algunos gramos de sus frutos verdes. El personaje histórico más famoso que murió tras condenarle en un juicio a beber una copa de cicuta, fue el filósofo Sócrates en el año 399 a.C.

Regaliz americano (Abrus precatorius)

Cicuta maculatum

Se trata de una especie de liana trepadora (originaria de India e Indochina) que puede alcanzar hasta los 5 metros de longitud. Sus flores se agrupan en forma de racimo y son de color rosado o rojizo púrpura. La toxina que hace de esta planta una de las más peligrosas es la abrina, cuya cualidad impide la síntesis de proteínas con una rapidez pasmosa. Una sola molécula de abrina puede inactivar hasta 1.500 ribosomas por segundo y es 75 veces más peligrosa que la ricina, la sustancia tóxica del ricino. Apenas 3 microgramos de esta sustancia son necesarios para matar a una persona y curiosamente toda la planta al completo es tóxica. En la antigüedad, esta planta se utilizaba como abortivo o para eliminar parásitos intestinales.

Adelfa (Nerium oleander)

La adelfa, también conocida como laurel de flor o trinitaria, es una planta arbustiva (de origen mediterráneo y por tanto, resistente a las sequías) con hojas de un verde intenso y cuyas mismas hojas, flores, tallos, ramas y semillas son todas ellas altamente venenosas, de ahí que se conozca también como “la planta más venenosa del mundo”. Ocupa el primer puesto debido a que su potente veneno contiene varias toxinas (como la oleandrina) que actúan sobre el corazón. La ingesta por error de esta planta provoca náuseas, vómitos, vértigo, deposiciones, excitación y depresión, convulsiones, arritmias, taquicardias y finalmente la parada cardíaca.

adelfa, flores rosas y hojas

Científicamente conocida como Nerium oleander, esta planta es sin duda la que daños más graves puede provocar a alguien, e incluso producir la muerte. De hecho, de su néctar se puede extraer miel e incluso esta puede producir el fallecimiento de gran variedad de especies animales, incluidos nosotros.

La adelfa contiene varias toxinas, y todas afectan al corazón, pero la más potente es la oleandrina. Su ingesta produce síntomas como vómitos, dolor intenso de estómago, diarrea, mareos, somnolencia, ritmo cardíaco muy irregular y, finalmente, el fallecimiento.

Una curiosidad histórica: en el transcurso de la Guerra de la Independencia Española (1808), un pelotón de soldados de Napoleón paró para asar carne utilizando estacas de adelfa que encontraron alrededor del campamento temporal. Este gesto provocó que 8 soldados murieran y los otros cuatro quedaran gravemente intoxicados.

Toloache (Datura stramonium)

Con propiedades alucinógenas, esta planta venenosa crece de forma natural en zonas cálidas de todo el mundo; presente en orillas de ríos, establos, estercoleros o vertederos de basuras, esta polifacética planta es capaz de adaptarse a todo tipo de suelos.

Toloache, datura, flores, fruto y hojas

Las sustancias tóxicas que la caracterizan son los alcaloides tropánicos (atropina y escopolamina). En dosis altas pueden provocar comportamientos agresivos, el coma e incluso la muerte.

Su asociación al vudú y la brujería viene porque los chamanes fumaban sus hojas junto con tabaco para entrar en trance. Una pequeña dosis de cuatro o cinco gramos de hojas son suficientes para matar a un niño.

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